Miembro de la secta, su musa Escena 1 Interior de un caserón abandonado. Una silla a la derecha. Gerión espera con una gallina bajo el brazo. Gerión: Canta desafinado y grotesco. Porque la vi pasar como un ovni en forma de cruz sobre mi cabeza, al día tercero, por eso la estoy invocando y no desciende. Presiento que me sigue como una espía, procuro confundirla, pero siempre alguien me descubre. Y esta gallina que robé de un criadero, se me duerme debajo de la axila, y siento latir toda su sangre de gallina —maldita seas- como un trozo de carne vivo de mujer fallecida. Entra Medea vestida con un inmenso traje negro. Medea: Presumida y desdeñosa.
Me axfisio sin ellos. Una relación sin besos no me cabe en la cabeza. Sin sexo tampoco, pero sin besos, no posible. Recuerdo casi todos los primeros que di o me dieron; quedaron para siempre en el archivo de remembranzas, y grabado a fuego llevo, alguno especial -tormentón perfecto- que marcó un antes y un después en la mia vita.