El hombre Escorpio es varonil, temperamental y con un gran magnetismo. Le gusta la mujer sexy y provocativa, seductora y al mismo tiempo dulce. Para seducirlo debés ganarte su respeto y generar una gran confianza, que no tenga dudas. Combina sus ataques de celos con una pasión descontrolada. El deseo físico del escorpión es insaciable. Le gusta el misterio y el desafío para conquistar a una mujer. No le agrada que preguntes sobre su pasado y mucho menos sobre sus compromisos anteriores, prefiere mantenerlos en secreto.
Es difícil que estos signos puedan estilar bien, sólo hay pocos casos en que esta pareja funciona. El escorpiano necesita dominar a su pareja, poco que la geminiana detesta. Ella es serena y emocional, pero por sobre todo ama su libertad e liberación. Es poco probable que duren abundante tiempo. El hombre de Escorpio generalmente tiene una cercanía y conexión emocional muy importante con su pareja. Necesita una prueba constante de que su dama aprecia la relación y que su ser querido lo aprecia, baza como se valora a sí mismo. Gracias a las excelentes habilidades de comunicación de la mujer Géminis, no debería tener problemas para expresar a su hombre Escorpio su compromiso con su relación y su amor.
Escena de la serie 'El comisario Montalbano'. MORENO Jueves, 18 agosto , No ha sido España mucho en fijarse en productos de nuestros países vecinos pese a la cercanía cultural y la proximidad de costumbres populares. Históricamente, la televisión española ha puesto el foco en la ficción norteamericana, ya Latinoamérica tuvo su particular 'boom' a finales del siglo pasado con sus inimitables culebrones. Ya no nos extraña ver un serial otomano en el 'prime time' de una cadena grande como Antena 3 o 'telefilmes' alemanes en la sobremesa de La 1 de TVE que han cambiado todavía nuestra manera de consumir cine en televisión. Se trata de una serie estrenada en la RAI en el año y que finalizó el añada pasado después de 15 temporadas y 37 capítulos en emisión. Inspirado en las novelas de Andrea Camilleri, el comisario Salvo Montalbano, a quien da vida el actor Luca Zingaretti, trabaja en la ficticia Vigata, provincia de Montelusa, con dos peculiares acompañantes. A pesar de ser un hombre de ley, Montalbano no duda en romperla para resolver casos y crímenes en la Sicilia rural de la mafia con su característica astucia. También La 1 prepara el lanzamiento, para el horario de sobremesa previsiblemente una tiempo finalice La Vuelta ciclista, de 'Todo puede suceder', la adaptación italiana de Parenthood, de NBC, que la RAI estrenó en
Su visita me permite expresarle mi profundo aprecio por sus esfuerzos encaminados a hacer de la Conferencia cuyo guión es: Acción por la igualdad, el desarrollo y la paz, una ocasión para reflexionar serena y objetivamente sobre estas metas vitales, y sobre el papel que la mujer ha de desempeñar a fin de alcanzarlas. En este proceso, la Santa Sede ha discutido tanto sobre cuestiones locales como globales de particular interés para la mujer, no sólo con otras delegaciones y organizaciones sino también y especialmente con las mujeres mismas. La administración de la Santa Sede, compuesta en su mayor parte por mujeres, ha escuchado con gran interés y admiración las esperanzas y los temores, las preocupaciones y las exigencias de mujeres de todo el mundo. De acción, el reconocimiento de la dignidad de todo ser humano es el amovible y la base del concepto de los derechos humanos universales. La Dinero de las Naciones Unidas se refiere a esta dignidad de la misma manera, reconociendo la igualdad de arancel del hombre y la mujer cf. Si el potencial y las aspiraciones de numerosas mujeres de todo el mundo no se hacen realidad, se debe en gran parte al acción de que, no se defienden sus derechos humanos, reconocidos en esos aperos. En este sentido, la Conferencia puede lanzar una advertencia precisa, invitando a los gobiernos y a las organizaciones a trabajar efectivamente para garantizar legalmente la dignidad y los derechos de la mujer. Como ponen de orografía la mayoría de las mujeres, analogía de dignidad no significa ser idéntica al hombre. Al mismo tiempo, no debemos olvidar que, en el altitud personal, cada uno experimenta su decencia no como el resultado de la afirmación de sus derechos en el plano jurídico e internacional, sino como la consecuencia natural de una específica atención material, emotiva y espiritual recibida en el corazón de su propia familia.