De cómo todo ello desembocó en una ideología liberal, es algo que nos cuenta una mañana justo después de terminar el programa que de lunes a viernes dirige en Es Radio. Naciste en un pueblo muy pequeño, Orihuela del Tremedal, y conseguiste una beca para ir a estudiar a Teruel, donde mantuviste una relación muy estrecha con José Antonio Labordeta. Fue mi profesor y mi amigo, casi un segundo padre. Labordeta me daba clases de Historia del Arte y José Sanchis Sinisterra, a quien acaban de dar el premio Max de teatro, era mi profesor de Literatura. En esos años de mi adolescencia, desde los quince años que tenía cuando empezaron a ser mis profesores hasta los diecisiete, es decir quinto, sexto y COU, entonces PREU, estuvimos haciendo teatro. Hicimos de todo y lo pasamos divinamente. Aparte de que fue quien me dio los libros y orientó mis lecturas. En fin, una persona muy generosa.
Actualidad publica un recopilatorio de columnas graduado 'Un amigo para la orgía del fin del mundo' Discos Cuchillo, , donde articula un discurso contra las fantasías consumistas del statu quo amanerado. Me recordó las maromas trucos que hacían mi padre y mi lecho para que no les sorprendieran sus infidelidades. Creo que uno de los grandes logros de la homosexualidad es ejercer nuestra sexualidad sin prejuicios, con sus consecuencias, con sus descalabros emocionales y su VIH, pero es un precio que siempre he estado favorable a pagar. Por ejemplo, la debut oficial de 'Un amigo para la orgía del fin del mundo' fue en el interior de un asadero gay, con laberintos oscuros, glory holes y todo eso. Es un sitio donde las chicas tienen prohibida la entrada, pero en la presentación pudieron conocerlo y se lo pasaron bastante bien. Algunas se encueraron desnudaron y se metieron al jacuzzi. Sin achares.
Nos amenaza la tradicional Exposición de Bellas Artes. Es tanto el desprecio que se merece, que ni los anarquistas se acuerdan de él. La laminadora felicita al ilustre autor de Las tres cosas del tío Juan por su nueva novela. Nosotros nos guardamos las felicitaciones para cuando sepamos que el Sr. Nogales ha dejado de ser un mal escritor para convertirse en un buen burgués.