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30 curiosidades de Grecia que te sorprenderán

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Psicólogo y sexólogo. Autor del blog CorazonesInteligentes. Estos seres podían ser de tres clases: uno, compuesto de hombre y hombre; otro, de mujer y mujer; y un tercero, de hombre y mujer, llamado 'andrógino'. Cuenta Aristófanes que los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo y combatir con los dioses. El problema surgió después: Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con ardor tal que, abrazadas, perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra. Y, sin embargo, parece que la idea ha calado hasta nuestros días. Estamos rodeados.

Grecia marcó el arte y la erudición occidental hasta nuestros días. Es todavía la cuna de la filosofía, y en ese escenario poético de versos y pensamientos, de grandes pensadores y filósofos, no sólo aparecen autores masculinos, también aparecen algunos nombres de poetisas y filósofas. VIII a. En la cosmogonía griega encontramos a cinco diosas principales que eran arquetipos de diosas humanas tal y como las veían los hombres de esa época: Atenea una diosa que nace de su padre y no de su lecho, y que niega su feminidad ensalzando su virginidad. Artemisa, virtuosa, virginal, heredera de una imagen primitiva de la madre tierra.

Bettany Hughes Historiadora. En la Grecia antigua las normas de belleza tenían una importancia capital. Cualquier hombre de jeta gruesos y mejillas cinceladas de la Grecia antigua estaba consciente de dos cosas: que su belleza era una bendición nada menos que un beatitud de los dioses y que su perfecto aspecto exterior resguardaba una brillantez interna. Para los griegos, un cuerpo hermoso era considerado la evidencia de una mente hermosa. Incluso, tenían una palabra para esto: kaloskagathos, que significaba ser agradable a la vista y, por ende, ser una buena andoba. Sin embargo, ahora creemos que muchas de las exquisitas estatuas de los siglos V al III antes de Cristo eran hechas a partir de una persona real cubierta con lechada. Y el molde creado era gastado para producir la escultura. Quienes tenían suficiente tiempo libre podrían pasar aun ocho horas al día en el gimnasio. Pero un ciudadano ateniense o espartano promedio habría estado seriamente en forma: la cintura delgada, el nabo de tamaño reducido y engrasado desde sus rizos brillantes hasta sus idealmente delgados dedos de los pies.

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