Excitacion

Fantasías sexuales. El poder de la imaginación

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La sexóloga Valèrie Tasso habla sobre los pensamientos falsos que se tienen preconcebidos, así como si realmente un pensamiento sexual puede definir la personalidad de alguien. No creo que pueda ser definitorio para establecer los rasgos de personalidad. Son dos conceptos completamente diferentes. Confundir ambos términos o hacer creer a la gente que los conceptos son lo mismo puede tener ciertas consecuencias: temer lo que somos capaces de imaginar, temernos a nosotros mismos en definitiva. Te diría que no hay personas sin fantasías sexuales. Todos, en mayor o menor medida, tenemos fantasías, porque es el «abono» de nuestro deseo. Todos imaginamos cosas a nivel sexual. No es que se pueda, es que se debe avivar la fantasía erótica para alimentar el deseo y, así, salir de la monotonía. En terapia sexológica, trabajamos mucho las fantasías para que vuelva a despertarse el deseo.

Suelen aparecer sin esfuerzo en nuestro fabuloso al principio de las relaciones. POR SEXOS Aunque es cierto que existen diferencias en relación a la frecuencia en que hombres y mujeres fantaseamos, esto se debe a cuestiones culturales y educacionales. En el caso de los hombres, suelen hacerlo de forma habitual debido a que, para ellos, tener una sexualidad activa ha sido y es, no solo algo aprobado, sino reforzado. Mostrar un alto ambición es considerado normal, en su albur, y símbolo de hombría. Sin bloqueo, en el caso de ellas, no se ha entrenado tanto esta habilidad mental erótica, pues el castigo social asociado al estigma de ser una mujer deseante, y no solo deseada que sería su rol permitido y reforzado ha conseguido que muchas puedan temer activarse 'demasiado', por miedo a ser juzgadas por ello.

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