Seguro que te es familiar esta situación. El parque, la escuela o las actividades extra-escolares eran en si mismos un criadero de amistades. O que tuviese un juguete que a ti también te llamaba la atención. Incluso, me atrevería a decir que esta fórmula nos sirve también durante nuestra vida académica. Los cambios de domicilio, de trabajo, las separaciones o la llegada de los hijos pueden hacer que sintamos la necesidad de añadir nuevas personas a nuestras vidas. Y, este hecho, puede llegar a convertirse en un verdadero desafío. Antes de continuar, quiero lanzar una reflexión.
Si a su hijo le cuesta arrimarse, hay maneras de ayudarlo a actuar amigos. Las habilidades sociales no son algo natural para todos los niños, especialmente para los que tienen TDAH. Los niños impulsivos e hiperactivos suelen actuar de tal manera que les resulta difícil tener amigos. Pueden adeudar problemas para respetar los turnos y controlar su ira cuando no se salen con la suya. Los niños desatentos pueden actuar de manera huidiza o no saber cómo participar. Intente utilizar el juego de roles para practicar diferentes formas de manejar los desacuerdos. También puede demostrar su buen comportamiento al hablar con su comunidad y sus propios amigos. Estos son conversaciones cotidianas que su hijo puede practicar con usted.