Privado

Las edades de Lulu

Tu novia no túmbate 434626

Ellos, sus hermosos rostros, flanqueaban a derecha e izquierda al primer actor, que entonces no pude identificar, tal era la confusión en la que aquella radiante amalgama de cuerpos me había sumido previamente. La carne perfecta, reluciente, parecía hundirse satisfecha en sí misma sin trauma alguno, sujeto y objeto de un placer completo, redondo, autónomo, tan distinto del que sugieren esos anos mezquinos, fruncidos, permanentemente contraídos en una mueca dolorosa e irreparable. Tristes, pensé entonces. Ellos se miraban, sonrientes, y miraban la abierta grupa que se les ofrecía.

Rosas de Aravaca, Todos ios derechos reservados. A los novelistas les preocupa baza el «destino del hombre» que suelen perder de vista su propio acaso. Y ahí radica su tragedia. En las zonas rurales es frecuente que predomine un solo apellido.

Pierce se quitó un momento las anteojos y asintió, llevaba toda su biografía siéndolo. Solo pequeños despistes durante la época universitaria que ya habían quedado olvidados, pues desde que se hizo cargo de los negocios familiares escasamente había tenido tiempo de darse un respiro. Y de eso ya habían pasado cinco años. Los silencios entre ambos amigos nunca habían sido incómodos, pues se tenían la suficiente confianza como para no decir una sola palabra y no por ello sentirse fuera de lugar. En realidad pocas cosas tenían la virtud de hacerlo.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro sin permiso del artífice. A las musas que con su magia inspiraron los relatos que contiene. Voy a tu encuentro Y cuando me veas Déjame disfrutarte y sentirte muy cerca de mi alma, de tu ser; porque quiero ser tuya. No soy la manzana del culpa, sino tu caramelo prohibido. Quiero que te corras en mi vulva y la saborees después, eso me vuelve loca de lujuria por ti.

A veces fuerte, otras dulce, en ocasiones solo, otras acompañado, pero nunca déficit ser frío. Un besazo y espero que disfrutéis la novela. Oigo la voz de Dylan. Quiero contestar. Tiemblo y mis ojos se encuentran con los de Tifany, la mujer de Omar. Nos miramos.

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