Escribo un poco sobre mi persona esperando puedas conocerme un poco mas ya que ademas de una amante me gustaria ser tu amiga. Soy muy directa para decir las cosas e impulsiva a la vez, lo cual a veces me trae problemas porque no pienso antes de decirlas. Me molesto seguido y a veces reacciono de mala manera pero solo me dura por un rato, luego se me pasa y soy la chica alegre y linda de siempre. PEEERO cuando estoy molesta, no se sorprendan si digo algo que los ofenda ya me ha pasado que he dicho cosas que no sentía para luego arrepentirme. Sé pedir disculpas cuando he hecho algo malo aunque me cueste un poco. Detesto equivocarme, me gusta tener siempre la razón. Vivo en un mundo irreal, idealizo mucho lo cual para mí es algo malo porque cuando vemos la realidad nos decepcionamos bastante. Me gustan los chicos fuertes y seguros de sí mismos, los que me puedan proteger y cuidar. Que tengan una gran personalidad.
No sigo las normas sociales. Un algo cavernícola. Siempre hago lo que quiero. Residente en Barcelona desde hace una década, mantiene una web personal y publica regularmente textos divulgativos para apuntillar con los estigmas que rodean a la prostitución. Natalia recibe en pisos, va a hoteles y habla con naturalidad de la profesión que ha elegido, de su pensamiento feminista y de la necesidad de diferenciar entre prostitución y trata. Para mí es algo muy natural. Me doy cuenta de que puede tener una connotación negativa, pero yo lo vivo en primera persona y no estoy de acuerdo. No creo que debamos adaptarnos a las ideas de la academia porque sí, deberíamos cambiar las cosas que no nos parezcan justas o correctas.
Mis clientes son 90 por ciento de cuello blanco y caballeros, a divergencia de muchos chicos de clubes de striptease. Suelen tener entre cuarenta y cincuenta años, con carreras exitosas. Son personas con las que una escort saldría, o incluso se casaría, en la vida real si el cliente no estuviera casado y la escort estuviera dispuesta a salir con hombres mayores. No todas las citas son perfectas, pero las peores experiencias que he tenido no involucran violación, felpa o la negativa de un cliente a practicar sexo seguro. La falta de química con el cliente, o que el cliente termine la alusión, es tan malo como parece. Jamás me han rechazado por supuestamente no lucir como mis fotos o por tener una cara que no le gustaba al cliente pero difumino mi cara en las fotos de mi acompañante para proteger mi identidad en la vida real. Soy lo suficientemente educado y discreto como para no llamar la atención en los vestíbulos de los hoteles o en los asadores, etc.