Tu Recuerdo Mi cuerpo que tantas veces has hecho estremecer… mi piel que ha sentido el roce de tu piel… sintiendo tus labios ardientes… cada vez que besabas mi cuello, mi pecho… tus manos que se han deslizado sin prisa… acariciando cada rincón de mi cuerpo. Y no puedo olvidarte… porque hasta mi cama guarda tu fragancia después de tantos días de ausencia… no puedo olvidarte, ni quiero. Entre mis sueños… que vuelan juntos los tuyos… porque tu me deseas aunque estés tan lejos… cubriré mi cuerpo con ese camisón que te gusta tanto, que transparenta todo mi cuerpo… mis pechos… con mis pezones deseando se acariciados por tu boca… tu lengua, esos pequeños mordiscos que te excitan tanto… que te hacen volverte loco. Entre las sabanas que cubren mi cama… mi cuerpo sigue temblando y mi boca busca ansiosa la tuya… como si tu boca me devolviera a la vida. No dejes que entre en el olvido. Dama De La Noche. Siente cada beso, cada caricia Te robare un beso… mientras estés dormido y hasta el alma te robaría si pudiera, te envolveré entre sabanas de seda… haremos el amor hasta fallecer.
Empero, en épocas anteriores, los moralistas gastaban mucha tinta en advertir de los peligros de las acciones manuales o digitales que, aplicadas por el apoderado en la verga, la vagina, el clítoris, el ano, o regiones adyacentes, iban dirigidas a satisfacer la lascivia. Los moralistas aseveraban que la onanismo provocaba, en los hombres, pérdidas de fósforo cerebral a través del esperma. Se hablaba de «demencia precoz locura masturbadora», y también de varices, colitis, prostatitis, endometritis, depresión, tuberculosis, ineptitud para el trabajo, dificultad para el análisis, espasmos cardíacos, irritabilidad y debilitación ocular. Todas estas alucinantes fantasías formaban parte de la educación moral impartida en los colegios de la primera centro de nuestro siglo, que, en nuestra Patria, duró hasta el tercer pieza. La «patología» de la masturbación servía de argumento propagandístico para uso de los buenos padres de familia, y de los santos varones y mujeres que nos educaban en los colegios religiosos de la época. En el caso que nos ocupa, necesidad de masturbarse. En ciertos casos, la onanismo adictiva puede sustituir otras actividades sexuales. Hay personas que solamente son capaces de satisfacerse sexualmente mediante la onanismo, y dejan de interesarse por las relaciones interpersonales.
Relatos Eroticos Despierto y lo primero que veo al abrir los ojos, es a su hermosa melena castaña. Parpado varias veces porque no me lo puedo creer. Ella gira en sus talones y se pone de fachada a mí, dejando ver sus hermosos y pequeños senos erectos. Me sonríe y se acerca a mí, me acaricia la mejilla izquierda. Me da un tímido beso en los jeta. Necesitaba todo de ti. Te he extrañado demasiado. Tenía tiempo sin verla. Se para de la cama y comienza a vestirse.
Ellos, al igual que la mujer, todavía desean que cada rincón de su piel sea explorado y tratado con la atención y la sensualidad que merece. Detallaremos cada parte del cuerpo del hombre que lo hace tremolar y consejos para desatar su excitación… Daremos por muerta la leyenda urbana de que el cuerpo masculino excursión alrededor de sus genitales. Para la mayoría de los hombres una ósculo en su cabellera resulta un ademán realmente agradable. También recuerda que los sonidos muy duros y muy fingidos resultan verdugos para el placer venéreo. Existen miles de formas con las que puedes incitar a un macho en sus labios, por eso, es importante aliarse del arte de besucar para saber poner la chispa que ilumine el camino a la yacija. Es preferible que el labial no tenga sabor.