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La teoría de los dos círculos: por qué el hombre es infiel

Una mujer infeliz para 281284

Hay matrimonios que, cuando las cosas van mal, se refugian en una tercera persona antes de dar el paso; otros, sin embargo, comienzan a ir mal precisamente porque aparece una tercera persona o varias. En esta coyuntura, el infiel necesita un chute de autoestima para superar su situación. Sin embargo, en el caso de los hombres, hay otros factores que juegan un papel importante. Las personas adineradas y famosas, pero también las que tienen influencia decisoria a gran o a pequeña escala, ocurre con un pequeño empresario o con un jefe intermedio tienen una mayor tendencia a engañar a sus mujeres y sus acciones suelen responder a lo que la sexóloga y psicoanalista Stephanie Newman denomina La teoría de los dos círculos o La teoría de las dos vidas.

Ya no ejerzo, solo escribo. Casado por segunda vez ,tengo un hijo de cada matrimonio. Enamorarse es flirtear con la locura? Sí, es un estamento mental tan intenso que se asemeja a una enfermedad mental y, a veces, lo es. Pues usted se ha arriesgados dos veces. Aprendo burocrático. Enamorarse implica una serie de cambios en el cerebro muy similares a los que experimentan las personas adictas. Estar locamente enamorado fue una achaque hasta el siglo XIX.

Adivinar todo el artículo 26 de abril de , p. Mientras las mujeres jóvenes prefirieron a los de mejor atractivo, sus madres eligieron a los moderadamente guapos. Se les presentaron fotografías de tres tipos de hombres: atractivos, moderadamente atractivos y no atractivos. Acompañando cada imagen con un perfil de personalidad. Luego de mostrarles las fotos, se les preguntó qué tan atractiva encontraban a la persona, qué tan favorable evaluaban su descripción de caché y se les pidió que la calificaran como una posible pareja para ellas mismas, o para sus hijas.

No quiere prescindir de la excitación que produce esa mezcla de valoración, gachas y autoestima del juego erótico con él. Ganar confianza en uno mismo A muchas personas, como a Laura, les encanta gustar y saberse atractivos para otros, pero su nivel de implicación emocional es bajo: lo que dura el efecto del coqueteo. Esa sensación de influencia, poder y conocer hacer aumenta su autoestima y sentimiento de valía. En estos casos adonde nadie acaba en la cama de nadie, el juego es seducir por seducir, por el simple placer que aporta el disfrutar de ese pícaro instante compartido sin perseguir ninguna otra meta que no sea sentirse valorados. Las nuevas tecnologías lo favorecen.

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